El efecto del tarareo

Humming is much more than soothing sound: it affects us on a physical level, lowering heart rate and blood pressure and producing oxytocin, the “love” hormone. Jonathan and Andi Goldman show that you do not need to be a musician or singer to benefit from sound healing practices—all you need to do is hum. / El tarareo (o zumbido) es uno de los sonidos más simples y más profundos que podemos hacer. Si tienes voz y puedes hablar, puedes tararear. La investigación ha demostrado que el tarareo es mucho más que un sonido calmante: nos afecta a nivel físico, reduciendo el estrés, induciendo la calma y mejorando el sueño, reduciendo la frecuencia cardíaca y la presión arterial y produciendo neuroquímicos potentes como la oxitocina, la hormona del amor. En esta guía sobre el tarareo consciente, Jonathan y Andi Goldman nos enseñan que no es necesario ser músico o cantante para beneficiarse de estas prácticas de curación: todo lo que necesita hacer es tararear. Ofrecen ejercicios de respiración y tarareo conscientes desde el nivel más sencillo al avanzado, completos con ejemplos, lo que le permite experimentar la poderosa resonancia vibratoria que el tarareo puede crear y aprovechar sus beneficios curativos para el cuerpo, la mente y el espíritu. Exploran la ciencia detrás de la terapias del sonido, revelando cómo los sonidos creados por ellos pueden reorganizar la estructura molecular y cómo el tarareo no solo ayuda con los niveles de estrés, el sueño y la presión sanguínea sino que también aumenta la circulación linfática y la producción de melatonina, libera endorfinas y crea nuevas vías neuronales en el cerebro, y libera óxido nítrico, un neurotransmisor fundamental para la salud y el bienestar. Los autores muestran cómo el sonido puede actuar como un mecanismo desencadenante para la manifestación de sus intenciones conscientes. También examinan el uso espiritual del zumbido, incluido su uso como una técnica de yoga sónico y su papel en muchas tradiciones mundiales, como el Om, Aum o Hum de las tradiciones hindúes y tibetanas. Proporcionando un método de autocuración accesible a todos, los autores nos revelan que, incluso sin habilidad musical, todos somos sanadores de sonido.