Una luz en la llama

La verdad sobre el plan de Sera ha salido a la luz, destrozando la frágil confianza forjada entre ella y Nyktos. Rodeada de quienes desconfían de ella, a Sera solo le queda su deber. Hará lo que sea para acabar con Kolis, el falso Rey de los Dioses, y su tiránico gobierno de Iliseeum, deteniendo así la amenaza que representa para el reino mortal. Sin embargo, Nyktos tiene un plan, y mientras trabajan juntos, lo último que necesitan es la innegable y ardiente pasión que sigue ardiendo entre ellos. Sera no puede permitirse caer ante el torturado Primordial, no cuando una vida que ya no está atada a un destino que nunca deseó es más alcanzable que nunca. Pero los recuerdos de su placer compartido y su deseo incomparable son un canto de sirena irresistible. Y a medida que Sera comienza a comprender que quiere ser más que una Consorte solo de nombre, el peligro que los rodea se intensifica. Los ataques a las Tierras Sombrías aumentan, y cuando Kolis los convoca a la Corte, un nuevo riesgo se hace evidente. El poder Primordial de la Vida crece en su interior, acercándola al final de su Sacrificio. Y sin el amor de Nyktos —una emoción que él es incapaz de sentir— no sobrevivirá a su Ascensión. Eso si llega a ella y Kolis no la alcanza primero. Porque el tiempo se agota. Tanto para ella como para los reinos.