Una libertad luminosa

En 1943, se sintetizó el LSD en Basilea. Dos décadas después, un grupo de estudiantes de posgrado de Harvard se integró gradualmente al círculo íntimo del renombrado psicólogo y entusiasta de las drogas psicodélicas, Timothy Leary. Fitzhugh Loney, estudiante de doctorado en psicología, y su esposa, Joanie, quedaron fascinados por las posibilidades de la droga, de modo que su investigación dejó de ser un simple ensayo clínico y artículos académicos para convertirse en una exploración libre y libre de la expansión mental, la dinámica de grupo y la vida en comunidad. Con su humor y patetismo característicos, Boyle nos transporta a la iniciación de los Loney en una de las fiestas de Leary, pasando por sus infames seminarios de verano en Zihuatanejo, hasta su posterior expulsión de Harvard y su incorporación a un grupo comunitario de treinta devotos —estudiantes, esposas e hijos— que conviven en una mansión de sesenta y cuatro habitaciones y se dedican a todo tipo de experimentación y cuestionamiento.