Tu enemiga secreta

Natalie Vos regresó a casa para lamerse las heridas tras perder su trabajo y a su prometido de un plumazo. Unos meses después, ya había ahogado sus penas en cabernet y estaba lista para rehacer su vida. Solo necesitaba su fondo fiduciario para financiar su nuevo negocio. Por desgracia, las condiciones exigían que se casara antes de poder disponer del dinero. Y bueno, la dejaron plantada, ¿recuerdan? Pero Natalie estaba tan desesperada que le proponía matrimonio a un hombre que le daban ganas de matarlo y besarlo, a partes iguales. August Cates podía tener un viñedo, pero no sabía nada de vino. Estaba decidido a enorgullecer a su difunto mejor amigo, cueste lo que cueste. Solo que su sala de catas estaba vacía, su vino era repugnante (en serio, una vez vio a alguien vomitar) y el legado de su amigo se estaba yendo por la borda. Ningún banco le daría el préstamo que necesitaba para sacar adelante el negocio... y entonces la guapísima y aguerrida heredera llamó a su puerta. Natalie ha atormentado los sueños de August desde que se conocieron, pero su química ardiente se transformó inmediatamente en insultos latentes. Ahora, un matrimonio rápido podría beneficiarlos a ambos. Una boda de mentira, unas semanas viviendo bajo el mismo techo, y luego podrían seguir caminos separados, suponiendo que salgan con vida. ¿Qué tan difícil podría ser? Solo hay una cosa que no tuvieron en cuenta: su desafortunada, insoportable e innegable atracción.