Sinceramente suyo, Shúrik

Shurik Korn es un Casanova moderno disfrazado de un muchacho de una buena familia moscovita. Huérfano de padre desde la cuna, su educación corre a cargo de su enérgica abuela, la profesora de francés Yelizaveta Lvánovna, y su débil madre, Vera Aleksándrovna, una actriz fracasada cuya fragilidad y propensión a la autoexaltación la relegan a un segundo plano en el marco de ese triángulo familiar. Abuela y madre inculcan en Shurik un sentido de altruismo y amor al prójimo, lo que en Shurik resultará en una extraña desviación: «En él, la compasión y el deseo convergen en un mismo punto». Desde joven, Shurik se siente atraído por mujeres solitarias e indefensas, por las que siente lástima, lo que lo impulsa a una frenética actividad sexual para ofrecerles consuelo... Esta es la historia de Shurik Korn, pero también la de una saga familiar —se habla de cuatro generaciones de una familia rusa, desde principios hasta finales del siglo XX—, y especialmente la de la plétora de amantes que pululan alrededor de Shurik, mujeres de diferentes edades y estratos sociales. Matilda, la escultora madura que vive con su familia felina y lo estrena en su misión samaritana como amante. Alia, la estudiante aplicada de Kazajistán, corroída por complejos y defectos. Lena, con quien se casa solo para evitar que el hijo que espera de un disidente cubano sea ilegítimo. Valeria, su jefa en la biblioteca, una mujer hermosa, jovial y enérgica a pesar de su discapacidad en las piernas. Svetlana, la joven desequilibrada que trabaja bordando flores para una cooperativa de coronas funerarias. Zhanna, la enana que forma parte de una compañía de circo, etc. Algunas de sus relaciones terminan en una mezcla de amor y amistad para toda la vida, otras en tragedia: la más desesperada de sus amantes se suicida. Y sobre todas ellas destaca Lilia, su primer y único amor, la única a la que no consoló porque emigró a Israel demasiado pronto. Cuando se reencuentren después de años, ella se sorprenderá de su falta de carácter y su insipidez.