Perder el juicio

Los seres humanos creen saber de lo que son capaces. Creen que no podrían escapar de la policía, que jamás harían daño a un niño. No podría matar a mis padres; hagan lo que hagan, me dieron la vida. O jamás llegaría al extremo de violar. No sería capaz de acelerar al volante en un puente con mis hijos en el coche y caer al vacío. Pero todo eso ya lo hemos dicho antes. No somos capaces, es cierto, el crimen nos resulta impensable hasta que actuamos. Perder el juicio cuenta la historia de un robo, una apropiación, un incendio provocado. Esta obra es el viaje de un secuestro donde la vida se ve como la preparación de una huida. Como dice Harwicz, escribes una novela cuando discrepas con el significado de las palabras, cuando detener la mentira es imposible.