Author: Manuel Pimentel
No se pudo cargar la disponibilidad de recogida
Free standard shipping on orders over $99
Estimated to be delivered on 12/01/2022 - 15/10/2022.
We can ship to virtually any address in the world. Note that there are restrictions on some products, and some products cannot be shipped to international destinations.
When you place an order, we will estimate shipping and delivery dates for you based on the availability of your items and the shipping options you choose. Depending on the shipping provider you choose, shipping date estimates may appear on the shipping quotes page.
Please also note that the shipping rates for many items we sell are weight-based. The weight of any such item can be found on its detail page. To reflect the policies of the shipping companies we use, all weights will be rounded up to the next full pound.
La venganza del campo ya está aquí. Los precios de los alimentos suben drásticamente y las crisis alimentarias olvidadas amenazan con reaparecer. ¿Por qué ayer abundaba la comida y hoy parece haber escasez? El desprecio por el campo y los desequilibrios de la desglobalización son las principales razones. Sin embargo, los funcionarios públicos culpan injusta y demagógicamente a distribuidores y agricultores, intentando justificar sus propios errores. ¿Cómo hemos llegado a esta triste, injusta y suicida situación? ¿Cómo ha sido posible que la sociedad desprecie a quienes la alimentan? ¿Por qué nosotros, agricultores, ganaderos y pescadores, hemos pasado de héroes a villanos? ¿Por qué la sociedad actual no solo no nos valora, sino que, por el contrario, nos considera enemigos del medio ambiente, parásitos de la PAC, señores de otros tiempos, maltratadores de animales? ¿Por qué, si los precios suben, seguimos abandonando nuestros campos? Este breve ensayo intenta comprender los porqués de esta situación paradójica y contradictoria. Castigamos a la gente del campo mientras exigimos comida abundante, sana y barata. Queremos comida buena, bonita y barata, pero sin agricultura ni agricultores, carne sin ganado ni agricultores, pescado sin pesca ni pescadores. Protestamos por el aumento de los precios de los alimentos, al mismo tiempo que prohibimos los trasvases de agua, perseguimos a las explotaciones agrícolas o cuestionamos el riego y los fertilizantes, entre muchas otras limitaciones o prohibiciones. Y, por supuesto, eso no funciona. A lo largo de estos años, los agricultores han protestado con rotundas protestas con tractores, pero a la hora de la verdad, nadie les ha hecho caso. La retahíla de normas de todo tipo que obstaculizan o imposibilitan su actividad continúa desplegándose con consecuencias fatales. Están muriendo sin que la sociedad a la que alimentan parezca importarle lo más mínimo.
Pages: 160
Imprint: Almuzara
Format: Libro de bolsillo
Suscríbete a nuestra newsletter para recibir información sobre los últimos lanzamientos, novedades de nuestras editoriales, eventos y presentaciones de autores.
¡Gracias por suscribirte!
¡Este correo electrónico ha sido registrado!