La selva bajo mi piel

Libertad Arregui es una joven reportera enviada a El Salvador a finales de los ochenta. A través de sus crónicas televisivas junto a su compañero de cámara, Íñigo Santolaya —un hombre trágico y divertido marcado por la guerra de Vietnam—, presenciamos los acontecimientos más fatídicos de esa guerra olvidada en Centroamérica: el asesinato de Ellacuría y los jesuitas, la masacre del río Sumpul, los campos de refugiados de Colomoncagua y las primeras exhumaciones. «La selva bajo mi piel» es también el viaje de un hijo que busca encontrar sus orígenes. Y para ajustar cuentas, cuenta con un manuscrito que le regaló su madre antes de morir, junto con las cartas que intercambió con un cooperante alemán que colaboró ​​con la guerrilla salvadoreña. Es inevitable conmoverse con esta narrativa en la que se combinan tres voces: la de una mujer y sus vicisitudes al amar fuera de las normas establecidas, la de una corresponsal amenazada en el País Vasco durante los conflictivos «años de plomo», y la de una madre con dificultades.