La intensa vida

Zoé Valdés creció en La Habana en los años sesenta, como una niña inquieta y sentimental, entre las privaciones y el férreo control de la dictadura castrista. En aquel entonces, desconocía que, pocos años después, se convertiría en la escritora cubana más famosa de su tiempo. Pero el anhelo de libertad, como en tantos otros casos, finalmente prevaleció, y en 1995, invitada a una conferencia sobre José Martí en París, solicitó asilo político en Francia. Esa decisión marcaría su vida y sería el inicio de una larga serie de reconocimientos y premios por una fructífera e impecable carrera literaria. En “La vida intensa”, Zoé mira atrás y recuerda la tierra que la vio nacer y a su gente, así como los inicios de su pasión por la escritura. Las historias más divertidas y entrañables se dan la mano con los momentos amargos, cuando la sombra del régimen castrista revela su verdadero rostro. Pero también hay lugar aquí para episodios parisinos de inmersión en una nueva cultura, extraña pero fascinante, o títulos como el de Samuel Beckett, configurando así una suerte de memorias sin afán exhaustivo y con la impronta genuina de una escritora de raza, que convierte en literatura todo lo que toca.