¿Heredar la historia familiar?

Aniversarios y cumpleaños recurrentes, fechas de eventos decisivos para una familia, que ocurren a lo largo de varias generaciones... y enfermedades que revelan lo vivido por una madre o un abuelo: la historia familiar suele repetirse. Recuerdos ajenos se hacen presentes y activos en nuestra vida, hasta el punto de que algunas personas creen enfrentarse a un destino. ¿Cómo es posible todo esto?

La herencia de la memoria familiar se origina en la intensidad de las emociones vividas por nuestros antepasados ​​durante un evento traumático. Estas emociones se memorizan y almacenan, antes de transmitirse de forma invisible pero muy efectiva. Recientes descubrimientos científicos (transmisión epigenética, efectos del trauma, neuronas espejo u ondas cerebrales) describen procesos fisiológicos que nos permiten comprender cómo la historia de un antepasado puede llegarnos y dejarnos su huella incluso antes de nuestra concepción. También demuestran que podemos transformar ese legado y cómo hacerlo. Vincent van Gogh, Arthur Rimbaud y Sigmund Freud, supervivientes de genocidios o criminales... y otros amigos nos acompañan en este descubrimiento.