Estoico y frugal

Pedro Juan llega en un frío invierno a Madrid con un libro ya publicado y una incipiente carrera literaria en marcha, y allí vivirá aventuras vitales y sexuales sin freno. Con esta narrativa visceral y sexual, Bukowski nos cuenta sus aventuras en la vieja Europa. / Pedro Juan llega a un gélido Madrid invernal con un libro ya publicado y una incipiente carrera literaria en marcha, y allí vivirá aventuras vitales y sexuales sin freno. Conoce a Carolina –«diez años más joven que yo, un culo bellísimo y firme, madrileña dura, de barrio, medio loca»–, a una madre y un hijo que lo acogen en su casa repleta de juguetes antiguos, a un círculo de mujeres maduras nada asexuadas, a una belga aficionada al sadomaso que tiene un amante gay y voyeur, a una chica que está haciendo una tesis sobre literatura cubana... Y después, viajes que lo llevarán a Burgos, Benidorm, Alemania e Italia, donde siguen los encuentros singulares: con un serbio enloquecido, con una fotógrafa que se dedica a sacar fotos en la morgue romana... En la línea de su narrativa vital, visceral y sexual, el Bukowski caribeño nos cuenta sus andanzas en la vieja Europa.