Em

Emma-Jade y Louis nacen en medio de los estragos de la guerra de Vietnam. Huérfanos, rescatados y cuidados por adultos que lidian con el caos de Saigón en caída libre, se convierten en hijos de la diáspora vietnamita. Em no es una novela romántica en el sentido habitual de la palabra, pero es una palabra cuyo homónimo —aimer, amar— resuena en cada página, un libro impulsado por el amor en su sentido más amplio. Surge un retrato absolutamente extraordinario de la identidad vietnamita, forjado en una violencia bélica que roza el genocidio, y luego por el ingenio, la determinación y la inteligencia de vietnamitas-estadounidenses, vietnamitas-canadienses y otros exrefugiados vietnamitas que construyen algunos de los pequeños imperios empresariales más poderosos del mundo. Em es una historia poética, impregnada de historia, sobre los más afectados por la violencia y sus logros posteriores. En muchos sentidos, Em es quizás el libro más personal de Kim Thúy, aquel en el que confía lo suficiente en sus lectores como para compartir con ellos no sólo el amor omnipresente que siente, sino también la rabia y el horror por lo que ella y tantos otros niños de la guerra de Vietnam tuvieron que vivir.