El método Gabriel

La pila de libros recientes sobre dietas está creciendo más rápido que la cintura del estadounidense promedio. Desde los conocidos programas que privan y restringen hasta los que dependen únicamente del jugo, parece que todo el mundo tiene una respuesta al creciente problema de la obesidad. Cuando la vida de Jon Gabriel dio un giro inesperado, de repente se dio cuenta del maravilloso regalo que le habían dado: la oportunidad de vivir, y se disgustó por cómo había tratado su cuerpo. Con más de cuatrocientas libras, caminar, dormir y trabajar era una lucha contra la gravedad, y su vida era una batalla constante entre la saciedad emocional y física. Se estaba matando lentamente con comida. / Decidido a poner fin a su obesidad mórbida, que lo llevó a pesar de 182 kilos, Jon Gabriel llevó a cabo estudios de bioquímica, nutrición, neurobiología y psicología. Así descubrimos la que hoy constituye la premisa de su método: padecemos obesidad cuando el cuerpo interpreta qué es lo mejor para nosotros. Por ello, el mejor sistema para perder peso no pasa por la privación y la dieta sino por comprender la lógica interna de nuestro organismo y trabajar en ella. Cuando el cuerpo quiere estar delgado, la pérdida de peso se hace inevitable. Te apetecen alimentos más sanos, necesitas comer menos, tu metabolismo se transforma en una máquina de quemar grasas. El método Gabriel te conduce, inevitablemente, a estar delgado, sano, en forma, y ​​sus efectos se notan desde el primer día.