El mercenario

Jerusalén y el desierto del Sinaí, siglo I d. C. En el turbulento período posterior a la crucifixión de Jesús, oficiales del Imperio Romano se enteran de la presencia de un peregrino que porta una carta incendiaria de un fanático religioso dirigida a los insurrectos de Corinto. El contenido de esta carta podría derrocar al imperio. Los romanos contratan a un antiguo legionario, el solitario soldado Telamón de Arcadia, para interceptar la carta y capturar a su mensajero. Telamón opera con un código oscuro y propio, sin cabida para causas nobles ni creencias elevadas. Pero una vez que alcanza al mensajero, ocurre algo que ni él ni el imperio podrían haber previsto.