El amor no tiene reglas

Peinado, maquillaje, ropa, decoración... todo en el mundo de Bethany Castle está organizado, planeado a la perfección. Por eso, las casas que diseña para la inmobiliaria familiar son las más codiciadas del pueblo. ¿Lo único que no es perfecto? Su historial con los hombres. Está en un receso de citas y, tras ayudar a sus amigas a alcanzar sus sueños, Bethany por fin tiene tiempo para centrarse en lo suyo: remodelar una casa, desde la estructura hasta los muebles, ella sola. Solo que su hermano mayor dirige la empresa y se niega a tomarla en serio. Cuando un productor de televisión se entera de la rivalidad entre los hermanos Castle, los invitan a Flip Off, una competición para ver quién hace la mejor reforma. Bethany quiere presumir, pero necesita un equipo, y el único miembro del equipo de construcción de su hermano dispuesto a cambiar de bando es Wes Daniels, el nuevo en el pueblo. Su acento tejano y su atractivo rostro la irritaron desde el primer día, y lo último que necesita es un joven vaquero arrogante que se interponga en su camino. A medida que la carrera por renovar se intensifica, Wes y Bethany se ven obligados a estar en estrecho contacto, intercambiando pullas y bromas mordaces mientras remodelan la casa más fea del barrio.