¿Dónde vive el asombro?

Ese es el viaje que propongo: Desconcentrar la mirada, despertar el oído, agudizar el olfato, respirar hondo. Encontrar el amor por el mundo pródigo y salvaje, y, al final del camino, como piratas de buen corazón, devolver el tesoro en cuya búsqueda partimos. Donde habita la maravilla, nos regala un mapa imaginario, un viaje diferente a cualquier otro que hayamos hecho. Una expedición donde no se camina, cabalga ni vuela; se baila.

Casi sin darnos cuenta , recogeremos valiosas ideas de psicólogos, antropólogos, biólogos y otros maestros, y a lo largo del camino, nos encontraremos con grandes poetas. A lo largo de nueve estaciones, aprenderemos a restaurar las cualidades del corazón que nos ayudarán a ver, apreciar y celebrar lo sagrado en los acontecimientos de cada día y en la vida misma.

Si el misterio existe, está presente en todas partes; si el amor es nuestra verdadera naturaleza, no tenemos que salir a buscarlo, sino aprender a silenciarlo y dejarlo emerger. «Perecemos por falta de asombro», escribió G. K. Chesterton. Pero no hay necesidad de perecer; en el torrente de desencanto que hoy nos arrastra, Fabiana Fondevila nos lanza un hermoso salvavidas.