Deidad

Alexandria nunca imaginó que temería tanto su decimoctavo cumpleaños. Tras un devastador giro de los acontecimientos en el que Aiden se vio obligado a encubrir ilegalmente algo que ella hizo en los Catskills, Alex es consciente de que está actuando con mucha cautela ante el Consejo. También empieza a descubrir que Seth en realidad está usando su tiempo de entrenamiento para acercarse a ella, lo que siempre resulta en nuevas marcas de Apollyon, algo que no desea. A medida que se acerca su cumpleaños, Alex se da cuenta de algo que no esperaba ni deseaba. Tendrá que elegir entre dos personas en las que creía poder confiar. Aiden siempre la ha protegido, y su amor se está volviendo demasiado fuerte como para ignorarlo por mucho más tiempo, mientras que resulta que Seth le ha estado mintiendo desde el principio. Los dioses empiezan a entrar en el juego que se ha convertido en la vida de Alex, y ella sabe que pronto descubrirá si el amor puede ser realmente más fuerte que el destino.