Degenerado

Esta es la historia de un proceso judicial. Una noche fría comienza cuando un hombre prepara su té después de un largo día. Pronto, afuera de su casa, una multitud y el rumor de que el hombre es un pedófilo. Algunos vecinos piden su cabeza, toman fotografías del condenado y los niños son cargados en hombros. / Esta es la historia de un proceso judicial. Empieza una noche gélida cuando un hombre se dispone a hacerse un té y leer después de una larga jornada. Pronto lo distraen las luces de gendarmería: fuera de su casa los vecinos se agolpan y, a medida que corre el rumor de que el hombre es un pedófilo, se arma una batalla campal. Algunos vecinos piden su cabeza: como en las plazas públicas, sacan fotos al condenado, y los chicos son alzados sobre los hombros. La madre del acusado está ausente, está presente, es testigo: ese es el drama del amor materno. El acusado acepta pelear hasta el final contra todo y contra todos, porque ¿quién está seguro de haber cometido un error? ¿Quién se puede autoinculpar? En la noche estrellada, ¿dónde empieza el criminal y dónde el hombre honesto?