Cuando conocí al Dios Amor

El amor divino sana las heridas del alma y satisface las aspiraciones de nuestro corazón. No hay mayor sensación de libertad que la de obedecer a Dios y vivir para hacer su voluntad. ¡Qué inmensa alegría sabernos sus hijos amados! Esta es la historia de una mujer apasionada en busca del sentido de la vida, quien, tras abandonar las directrices y principios del entorno profundamente tradicional en el que creció, se sumió en la más absoluta desesperanza. Pero Dios la buscó para guiarla por el camino que nunca decepciona: el del amor divino. Su revelador testimonio es una invitación a la fe, a la plenitud que nos ofrece el abrazo del Corazón Vivo de Jesús, a la serenidad de saber que fuimos creados con amor y para amar, y al consuelo de descubrir que es posible comenzar de nuevo mil veces. Descubrirás cómo la autora aprendió a escuchar a Dios y a confiar en lo que Él le pedía, a ponerse al servicio del Reino de Cristo, con la esperanza de alcanzar algún día una intimidad profunda con Él. Como cuando un niño cae al suelo, haciéndose daño, y su padre se inclina para ayudarlo a levantarse, Dios te tiende la mano para guiarte hacia la verdadera felicidad, ese sentimiento poderoso que llenará tu corazón y te liberará. «Es a Jesús a quien buscas cuando sueñas con la felicidad». San Juan Pablo II