Corazón agridulce

Desde afuera, vivo una vida encantada: un padre legendario del hockey, un futuro prometedor en la liga, una gran familia y amigos increíbles.

No es mentira, pero tampoco es tan sencillo.

El consejo de mi padre siempre ha sido que el hockey sea mi prioridad número uno, al menos hasta que llegue al profesionalismo. Así que, al comenzar mi último año de universidad, tengo un plan. Me esforzaré al máximo para aprobar mis asignaturas, jugaré al hockey como si me fuera la vida en ello y evitaré las relaciones. Solo tengo que concentrarme en el objetivo final.

Debería ser fácil.

Pero cuando una mujer literalmente flota en mi muelle, justo antes de que termine el verano y empiece mi último año, no puedo resistirme a un último rollo. ¿Qué daño podría hacer un rollo de una noche? Ni siquiera intercambiamos números de teléfono.

Todo está bien hasta que me la encuentro en el campus.

Es una escuela grande. Debería poder evitarla.

Excepto que resulta que está en mi clase.

Y ella no es una estudiante.

Ella es mi profesora.