A pedazos

A finales de 2022, en Roma, Hanif Kureishi sufrió una caída. Al recuperarse, se dio cuenta de que ya no podía caminar. No podía hacer nada sin la ayuda de otros y requería cuidados constantes en un hospital. Así comenzó una odisea de un año por los sistemas médicos de Roma e Italia, con la esperanza de poder regresar de alguna manera a su hogar en Londres. Mientras estaba confinado en varias salas del hospital, sintió la necesidad de escribir, pero al no poder escribir a máquina ni sostener un bolígrafo, comenzó a dictar a sus familiares las palabras que se formaban en su cabeza: pensamientos sobre su condición médica, pero también sobre la paternidad, la inmigración, el sexo, el psicoanálisis y, por supuesto, la escritura. El resultado fue una extraordinaria serie de escritos desde su cama de hospital: un diario de una vida fragmentada, escrito con una honestidad, un humor y un entusiasmo excepcionales.